¿Cuándo deberías vender una acción?

¿Cuándo deberías vender una acción?

Cuando se trata de invertir, la decisión de cuándo vender una acción suele ser más difícil que decidir comprarla. ¿Acaso el mejor momento para vender es cuando cae mucho la acción para evitar mayores pérdidas? ¿Será lo adecuado vender cuando la acción sube mucho para asegurar ganancias?

A final de cuentas, esas dos razones ignoran que al mercado de valores no le importa mucho cuánto pagaste por una acción. En este artículo de Hapi, te contamos cuáles son cuatro de las razones que deberías considerar para vender una acción en la Bolsa de Valores de EEUU.

Estas son los cinco motivos principales para vender una acción

En esta sección, hemos asumido que compraste una acción tras hacer un análisis completo de la empresa y a un precio razonable. Esto quiere decir que la compañía en la que invertiste tenía características atractivas como una clara solidez financiera y se vendía por debajo de su valor intrínseco.

Si la inversión inicial no se realizó con un análisis profundo previo, entonces los contenidos de este artículo no serán los más adecuados a considerar para tomar una decisión de venta. Los errores en tus inversiones ocurren y mientras antes te des cuenta, mejor. Tomando en cuenta eso, estas son cuatro de las razones principales para vender una acción:

1. Cuando las características fundamentales de la compañía cambian drásticamente

Los negocios están en constante movimiento y el futuro no siempre se ajusta a nuestras expectativas. Si la razón principal por la que compraste una acción ya no está presente, entonces podrías considerar vender la acción.

Vender por factores internos en la compañía

Esto podría ocurrir por factores internos de la compañía como que se descontinúe un importante proyecto, que se inicie un proyecto de emisión de una fuerte acciones que diluya a los inversionistas o que se cambie a alguien relevante en la gerencia. Además, si la empresa no alcanza de forma consistente las ventas o utilidades proyectadas al momento de invertir, es posible que sea necesario dejar de lado dicha acción.

También podría suceder que evalúes vender una acción por una gran inversión en un proyecto sumamente riesgoso. Es lo que ocurrió cuando Meta, anteriormente Facebook, tomó la decisión de orientar todos sus esfuerzos al desarrollo del metaverso. Para algunos, ese era el camino adecuado, mientras que otros optaron por vender la acción porque no era coherente con su tesis de inversión inicial.

Todos estos eventos inesperados agregan incertidumbre a la capacidad de la empresa para generar utilidades en el futuro y podrían perjudicar a tus inversiones.

Vender por factores externos a la compañía

De igual manera, podría deberse a factores externos. Algunos de ellos incluyen a un cambio trascendental en la industria por factores regulatorios, la llegada de nueva competencia y a un ambiente macroeconómico complicado.

Un ejemplo claro de ello fue la llegada del COVID-19 para las empresas del sector turismo. Muchas empresas no contaban con la solidez financiera como para afrontar el cese de operaciones y tuvieron que apalancarse en exceso (asumir mucha deuda) o diluir a los inversionistas a través de la emisión de acciones. Para evitar esto, puedes revisar que los ratios de liquidez sean los adecuados antes de invertir.

Ahora bien, no hay que confundir estos factores con noticias alarmantes pero con bajo impacto de largo plazo que siempre van a surgir en la Bolsa de Valores de EEUU. Para diferenciar qué noticias son relevantes para tus inversiones, lo importante es analizar cómo estos sucesos cambiarán los ingresos, los márgenes, los flujos de caja y los dividendos de cada trimestre.

2. Cuando la acción ha alcanzado (o superado) su valor fundamental

Esta razón es una de las más sencillas de identificar si compraste la acción por debajo de su valor intrínseco. Básicamente, podrás venderla al momento que esta alcance este el número que encontraste como su valor fundamental.

Frecuentemente, los mercados pueden volverse extremadamente optimistas sobre los resultados futuros de una empresa, llevando el precio de su acción a precios insostenibles. Cuando el precio de una acción llega a un nivel que no puede ser respaldado ni siquiera por las mejores estimaciones de utilidades, podría ser un buen momento para vender tus acciones.

Es una estrategia razonable porque asume que la compraste infravalorada y la estás vendiendo a un precio justo o sobrevalorada. Además, a medida que el precio de la acción sube por encima de su valor intrínseco, esta se hace más riesgosa porque es probable que caiga a futuro para regresar a niveles razonables.

3. Cuando una inversión alternativa es mejor

Esta razón hace referencia al concepto de costo de oportunidad, que es la base de todo análisis económico. Si existe una inversión alternativa que tiene un beneficio mayor al de la inversión actual, entonces lo correcto sería pasar el dinero de una acción a otra. Comprar y vender acciones es esencialmente un juego de medir el costo de oportunidad en todo momento.

Si quieres ser un inversionista exitoso, entonces debes ser un oportunista. En el mundo de las inversiones el objetivo es obtener el mayor retorno posible con el menor riesgo. Si mantener una posición en una acción no es igual de atractivo que invertir ese dinero en otra acción entonces podrías venderla.

Si bien siempre es ideal tener efectivo reservado para usar en caso de que surja una gran oportunidad de inversión, puede haber momentos en los que desee invertir más de lo que tiene disponible en efectivo.

4. Cuando necesitas rebalancear portafolio

Muchos inversionistas optan por diversificar su portafolio entre distintos tipos de acciones o incluso en diferentes activos como commodities y ETFs. Para ello, asignan cierto porcentaje de su portafolio a cada clase de inversión. Un ejemplo de este tipo de portafolio es el All Weather Portfolio de Ray Dalio, que se adapta a los distintos escenarios de inflación y crecimiento económico de la economía.

Si a una sola posición le va muy bien y se vuelve muy grande por una subida en su precio, podrías vender la proporción necesaria para regresar al balance original y, con ese dinero, comprar más de las posiciones que se hayan reducido por una caída en el precio. De esa manera mantienes la asignación inicial en cada activo. Además, probablemente estarás vendiendo una posición sobrevalorada para comprar más de una infravalorada.

De todos modos, ten cuidado con rebalancear tu portafolio de inversiones muy seguido, porque también puede alejarte de buenas empresas y acercarte a otras con un futuro incierto.

5. Cuando decides una venta por análisis técnico

Cuando el inversionista es de corto o mediano plazo y está familiarizado con el estudio de los gráficos, puede hacer uso del análisis técnico para estudiar los movimientos en los precios y conocer cuál es el mejor momento para realizar una venta y maximizar sus retornos.

Por ejemplo, el relative strength index (RSI) brinda a los traders técnicos con señales sobre el momentum del precio alcista y bajista. Un activo generalmente se considera sobrecomprado cuando el RSI está por encima de 70 y sobrevendido cuando está por debajo de 30. Otros indicadores técnicos populares son los moving averages, MACD y los niveles de fibonacci.

Algunos de los momentos que podrían ser malos para vender una acción

Un cambio en el precio de la acción en el corto plazo no debería ser una razón suficiente para vender la acción.

Por un lado, la sola subida del precio de una acción no debería conducirte a vender automáticamente. Las acciones ganadoras aumentan de precio por una razón, y también tienden a seguir ganando en el largo plazo. Por otro lado, no basta que una acción caiga para deshacerse de ellas. Todo inversor quiere comprar barato y vender caro. Vender una acción solo porque su precio cayó es, literalmente, hacer exactamente lo contrario.

Como mencionamos anteriormente, algunas de las razones bien justificadas para vender una acción son cuando ocurren cambios fundamentales en la compañía, la acción alcanza o supera su valor intrínseco, existe una inversión alternativa mejor o necesitas rebalancear tu portafolio. Cualquiera sea el motivo, lo importante es que te informes correctamente antes de tomar una decisión y que siempre realices tus operaciones en plataformas seguras.

Hapi es una app para invertir en acciones con seguridad y facilidad, en la cual podrás tradear sin comisiones desde Latinoamérica. Además, desde su blog y sus redes sociales, podrás mantenerte informado sobre los movimientos del mercado y cómo mejorar tus finanzas personales. Si deseas abrir una cuenta, ¡solo sigue este enlace y hazlo en minutos!

Por último, recordamos que estos no son consejos de inversión y que no existen retornos asegurados en la Bolsa de Valores de EEUU.