Taiwán, China y Estados Unidos: ¿Cómo afecta este conflicto al mercado de valores estadounidense?
Hapi Pills
9.11.2024 1:03 AM
El conflicto entre Taiwán y China ha escalado a niveles sin precedentes las últimas semanas. Muchos analistas políticos temen que se llegue a una situación similar a la de Ucrania y Rusia, que ha tenido fuertes impactos en la economía global. En este punto, no es posible conocer con certeza si va a ocurrir una guerra similar. Lo que es cierto es que estos miedos ya están teniendo un fuerte impacto en la Bolsa de Valores de EEUU y de otras partes del mundo.
Por ese motivo, es importante que los inversionistas conozcan más sobre las relaciones económicas y políticas de estos países. En este artículo de Hapi, explicamos cómo se originó el conflicto, qué podría ocurrir a futuro y cuál es el impacto de este conflicto en la Bolsa de Valores de Estados Unidos.
Taiwán es una isla al sureste de China. Entre 1945 y 1949, hubo una guerra civil en China continental entre las fuerzas gubernamentales nacionalistas y el Partido Comunista de Mao Zedong. Los comunistas ganaron en 1949 y tomaron el control de Beijing. Los nacionalistas huyeron a Taiwán, donde han gobernado hasta el presente.
A raíz de estos sucesos, China señala que Taiwán fue antes una provincia china. Pero los taiwaneses apuntan a la misma historia para argumentar que nunca fueron parte del estado chino moderno que se formó por primera vez después de la revolución en 1911, o la República Popular China que se estableció bajo Mao en 1949.
Es importante conocer que Taiwán se conoce oficialmente como la República de China, mientras que la China continental se llama República Popular de China.
China ve a Taiwán como parte de su territorio y promete unificar la isla gobernada democráticamente con China continental, usando la fuerza si es necesario. Las tensiones entre los dos lados están aumentando.
Taiwán es un territorio amigo de Estados Unidos que es crucial para su política exterior. Cualquier choque militar por Taiwán probablemente contaría con una defensa fuerte por parte de EEUU. Estados Unidos dice que su objetivo es garantizar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. Con este fin, quiere mantener el statu quo.
Solo 14 países reconocen a Taiwán como un país soberano, por lo cual la influencia política de Taiwán está limitada.
Existen tres escenarios posibles:
El primero es que las tensiones se vean fuertemente reducidas a través de la diplomacia y los acuerdos comerciales. En efecto, esa ha sido la situación que ha regido las últimas décadas por lo que es posible que continúe de ese modo.
El segundo es que China tome control progresivo de Taiwán sin hacer uso de la fuerza a través de mayor inversión directa en el país, como lo viene realizando con fines económicos en distintos países de oriente. Esto traería una economía China mejor conectada y potenciada en el desarrollo de herramientas tecnológicas. No obstante, es poco probable que los políticos taiwaneses y sus aliados permitan este tipo de estrategias.
El último, y más conflictivo, escenario es que China invada Taiwán y haga uso de toda su fuerza militar. Esta situación sería similar a la de Rusia y Ucrania. La mayor diferencia es que, en este caso, Taiwán cuenta con mucho mayor apoyo militar y económico efectivo por parte de EEUU.
En una posible guerra por Taiwán, habría países en defensa de sus aliados respectivos, por lo que el conflicto escalaría a niveles muy altos. Por la gravedad de este escenario y por la importancia económica de Taiwán, es poco probable que se llegue a formar una guerra militar.
El crecimiento económico sin precedentes entre las décadas de 1960 y 1990 volvió a Taiwán uno de los “Tigres asiáticos”. Esto fue posible gracias a las amplias reformas agrarias, la ayuda estadounidense y el desarrollo industrial orientado a la exportación.
Taiwán es una importante nación comercial con exportaciones de $246,7 mil millones. Sorpresivamente, su principal destino de exportación es China, seguido por Japón y Estados Unidos.
Los productos electrónicos representan más del 50% del comercio taiwanés y la mayor parte de estos componentes son esenciales para la economía global. Los sectores con un mayor aporte son el de servicios e industrias.
Una muestra de la relevancia económica de Taiwán es que, su principal empresa de semiconductores, Taiwan Semiconductor Company tiene una capitalización bursátil de más de $400 mil millones. Eso la posiciona entre las quince compañías más grandes en la Bolsa de Valores de EEUU. Además, es la segunda empresa más valiosa de Asia, superada únicamente por Saudi Aramco.
Taiwán produce casi dos tercios de los semiconductores del mundo y más del 90 % de los chips más avanzados. Los semiconductores o chips son componentes que sirven para conducir electricidad y a la vez aislarla. Los dos tipos de chips más conocidos son las memorias y microprocesadores (CPUs por ejemplo).
La pérdida de producción de chips y las sanciones que resultarían de una invasión a Taiwán podrían agravar la situación económica global, que ya se encuentra en condiciones poco optimistas.
Los semiconductores son una parte integral de la economía mundial. Un estudio de Goldman Sachs determinó que 169 industrias se ven afectadas en algún grado por la escasez de chips. Un ejemplo del peso que juegan los semiconductores en nuestra economía es que una escasez del 10% de chips para automóviles resultó en una pérdida de ingresos de $200 mil millones para los fabricantes.
Esta situación refuerza los temores de recesión en EEUU y tiene un impacto en las acciones que cotizan en bolsa. Por lo general, cuando hay menor crecimiento económico, las ganancias futuras de las empresas son menores y eso tiene consecuencias sobre sus reportes de ganancia. Con menores ganancias esperadas, los precios de las acciones caen. Entonces, si el conflicto llegara a escalar, es posible que las acciones caigan.
El impacto en la Bolsa de Valores de EEUU es muy significativo. Tras una caída sostenida a inicios de semana por los miedos a la guerra, los principales índices americanos se recuperaron 2% el día en el que Nancy Pelosi visitó Taiwán. Por las amenazas de China, se esperaba una reacción violenta si Pelosi llegaba a Taiwán. Como no ocurrió, los miedos se desvanecieron por el momento.
A futuro, las sanciones económicas podrían afectar a las empresas chinas, americanas y taiwanesas que cotizan en Estados Unidos. Esto incluye a la mayor parte de las acciones con mayor capitalización de mercado en la actualidad.
Recordemos que EEUU viene impulsando iniciativas para excluir de la bolsa americana a las acciones con fuerte influencia del gobierno chino. Este enfrentamiento eleva aún más las tensiones entre China y Estados Unidos. Por eso, se incrementan las posibilidades de que se concreten estos esfuerzos.
Por otra parte, por la importancia que tienen estas empresas en la cadena de suministros global, esta situación podría terminar afectando a otras empresas globales con acciones en la Bolsa de Valores. Esto se da por la fuerte escasez de semiconductores avanzados que forman parte casi todos los componentes tecnológicos.
Además del sector de “chips”, el sector automovilístico ya está viendo consecuencias por la menor oferta de semiconductores que son indispensables para este sector. Como consecuencia, las entregas de autos nuevos se están retrasando y no se cubre toda la demanda de vehículos.
Este choque de potencias incrementa las posibilidades de recesión. Las recesiones, a pesar de sus consecuencias inmediatas en la economía, suelen ser momentos adecuados para invertir.
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